Al gestionar el suministro de gas natural, a menudo surge confusión entre las funciones de una comercializadora y las de una distribuidora. Entender bien el papel de cada una es fundamental para resolver eficazmente las dudas y problemas comunes que pueden surgir en la gestión de servicios energéticos. A continuación, explicaremos en detalle en qué consiste cada entidad, sus responsabilidades específicas y cómo ambas contribuyen al servicio de suministro de gas.
Diferencias clave entre distribuidora y comercializadora de gas
La principal diferencia entre una comercializadora y una distribuidora radica en sus funciones dentro del proceso de suministro de gas. Mientras que la distribuidora se encarga de la infraestructura física y el mantenimiento de las redes de gas para hacer posible que el gas llegue a los hogares y negocios, la comercializadora es la responsable de suministrar y facturar el consumo de gas.
¿Qué hace la distribuidora de gas?
La distribuidora de gas natural es la empresa encargada de mantener, operar y extender la red de distribución de gas en una determinada área geográfica. Su función principal es asegurar que el gas llegue de manera segura y eficiente hasta los puntos de consumo final, es decir, hasta los hogares y negocios que tienen el servicio contratado.
Entre sus responsabilidades se incluyen las siguientes:
- Alta del suministro: La distribuidora es quien da el alta del gas natural en una vivienda o negocio. Cuando un cliente desea instalar gas natural por primera vez, debe contactar con la distribuidora para coordinar el proceso de instalación.
- Gestión del contador: La distribuidora es la encargada de instalar, mantener y, cuando es necesario, reemplazar el contador de gas. También recoge las lecturas del contador de manera periódica, para garantizar que la facturación se realice en función del consumo real.
- Inspecciones de seguridad: La distribuidora se encarga de realizar inspecciones de seguridad en la instalación de gas natural cada cinco años, en cumplimiento de la normativa vigente. Esta revisión es obligatoria y permite detectar y solucionar posibles problemas antes de que afecten a la seguridad del hogar.
- Atención en caso de incidencias: Si el usuario sospecha que su contador funciona de manera incorrecta o detecta alguna anomalía en el suministro, debe comunicarse con la distribuidora. En caso de posibles fraudes o manipulación de contadores, la distribuidora también actúa para investigar y corregir estas situaciones.
Es importante tener en cuenta que solo existe una distribuidora de gas asignada por zona geográfica, por lo que los usuarios no pueden elegirla ni cambiarla. La distribuidora asignada depende del área de residencia y, por tanto, es la misma para todos los hogares y negocios de esa región.
¿Qué es una comercializadora de gas y qué función desempeña?
Las comercializadoras de gas, por otro lado, son empresas que venden el gas natural a los usuarios. A diferencia de las distribuidoras, las comercializadoras pertenecen al mercado liberalizado, lo que significa que el cliente tiene la libertad de elegir entre distintas empresas para contratar su suministro de gas. Esto da lugar a la existencia de dos tipos de comercializadoras, que se diferencian en función del tipo de tarifa que ofrecen.
- Comercializadoras de referencia: Ofrecen tarifas reguladas, conocidas como Tarifas de Último Recurso (TUR). Estas tarifas están reguladas por el Gobierno, que ajusta sus precios trimestralmente en función de los costes del gas en el mercado mayorista. Las tarifas TUR tienen la ventaja de ser estables y predecibles, lo que las convierte en una opción interesante para consumidores que buscan seguridad en los precios.
- Comercializadoras de libre mercado: Estas comercializadoras ofrecen tarifas de gas no reguladas, fijadas libremente por la propia empresa. Suelen incluir distintas opciones con características propias, tales como descuentos, promociones, tarifas planas o servicios adicionales. Los usuarios pueden elegir la comercializadora que mejor se adapte a sus necesidades de consumo y a su presupuesto.
Además, las comercializadoras gestionan todos los aspectos relacionados con el contrato de suministro de gas:
- Contratación y cambios de tarifa: Los usuarios contratan el servicio con la comercializadora, seleccionando la tarifa que mejor se ajuste a sus necesidades. Las comercializadoras permiten modificar las tarifas o cambiar de empresa en cualquier momento, ofreciendo flexibilidad al consumidor.
- Gestión de facturación: La comercializadora es responsable de emitir las facturas del consumo de gas y de cobrar los importes correspondientes. En estas facturas se incluyen tanto los costes del consumo de gas como los de los servicios adicionales.
- Cambio de titularidad del contrato: En caso de que el usuario quiera cambiar el titular del contrato de gas, debe hacerlo a través de la comercializadora, quien gestiona este trámite de manera rápida y sencilla.
- Solicitud de bono social térmico: Para aquellos que cumplen con los requisitos, la comercializadora tramita la solicitud del bono social térmico, que es una ayuda económica para la calefacción destinada a los consumidores en situación de vulnerabilidad.
Relación entre distribuidora y comercializadora
Es fundamental comprender que, aunque las funciones de la distribuidora y la comercializadora están claramente diferenciadas, ambas empresas deben colaborar para ofrecer un servicio completo al usuario final. Por ejemplo, cuando un cliente contrata el suministro de gas con una comercializadora, la distribuidora es quien proporciona la infraestructura física y mantiene la red para que el gas llegue a la vivienda.
Además, mientras el cliente puede elegir su comercializadora, la distribuidora es única en cada zona y no se puede cambiar. Así, el consumidor siempre tendrá una distribuidora fija asignada en función de su lugar de residencia, mientras que puede cambiar de comercializadora según le convenga.
¿Qué debes recordar sobre la comercializadora y la distribuidora de gas?
Ahora ya sabes que la distribuidora es la encargada de hacer llegar el gas a tu hogar, mantener la infraestructura de distribución y asegurar que las instalaciones cumplen con las normativas de seguridad. En cambio, la comercializadora es la empresa que gestiona tu contrato, te factura el consumo de gas y te ofrece distintas tarifas. Gracias a la liberalización del mercado, puedes seleccionar la comercializadora que prefieras, lo que te da libertad para elegir la opción que más te convenga según tus necesidades y preferencias.